Como una de las cuatro únicas mujeres condenadas a cadena perpetua, la enfermera británica Lucy Letby comenzó este martes su encarcelamiento en una prisión de máxima seguridad, que alberga a algunos de los criminales más atroces de Gran Bretaña.
La enfermera, especialista en neonatología, fue declarada culpable de asesinar a siete bebés durante un juicio de casi 10 meses.También fue condenada por intentar matar a otros seis recién nacidos. Pero se presume que la verdadera cifra puede llegar a 30 bebitos.
Usó insulina y aire para inyectar a recién nacidos, en una ola de asesinatos que duró un año mientras trabajaba en la sala de recién nacidos del Hospital Countess of Chester en Cheshire.
Habrá una investigación independiente para analizar cómo pudo suceder algo así en el hospital durante tantos años. Pero los padres de los bebés quieren que sea una una investigación judicial, que fuerce a los involucrados a declarar, y proyectan llevar a la justicia a los administradores del hospital, que no escucharon las advertencias de los médicos, bajo el cargo de “homicidio involuntario”.
Presa y aislada
La sentencia, en respuesta a crímenes tan atroces y sádicos, será siempre sombría para la enfermera. El sistema de justicia británico desplegará enormes recursos para encarcelarla y mantenerla aislada para que no la agredan los otros presos.
Los expertos dijeron que dado que muchas de las reclusas no pueden ver a sus propios hijos, los crímenes de Letby tocarán una fibra particularmente perturbadora y la convertirán en un objetivo de otras prisioneras.
Antes del juicio, Lucy estuvo recluida en HMP Bronzefield en Surrey, la prisión para mujeres más grande de Europa. Es el hogar de la fanática de Al Qaeda, Roshonara Choudhry, quien apuñaló al parlamentario laborista Stephen Timms en 2010 y fue encarcelada por intento de asesinato.
Con Rose West, macabra y despiadada
Para el juicio, Letby fue trasladada al HMP New Hall, cerca de Wakefield, donde está presa la asesina en serie Rose West, que asesinó a mujeres y estudiantes en la Casa del Horror en Glouscester.
Todos los días, la enfermera se levantaba a las 5.30 de la mañana para llegar a tiempo al tribunal. Después de negarse a salir de la celda para asistir a escuchar la sentencia este lunes en el tribunal de la corona de Manchester, se cree que Letby fue llevada de regreso a New Hall.
También es posible que posteriormente sea trasladada a HMP Low Newton en Durham, junto a Joanna Dennehy, quien asesinó a tres hombres en diez días en 2013.
Al principio la mantendrán en el ala del hospital de la prisión para evaluar su salud física y mental, así como por su seguridad frente a otros prisioneros, antes de ser trasladada a una celda sola.
¿Cómo vivirá?
Tania Bassett, responsable de prensa de Napo, el sindicato y asociación profesional del personal de los tribunales de familia y libertad condicional, dijo: “Estará segregada porque correrá riesgos frente a otros presos».
“El infanticidio puede evocar muchas emociones fuertes y un gran número de mujeres en prisión han sido separadas de sus hijos. Ser conocida como una asesina de bebés la pondrá en riesgo frente a la mayoría de las mujeres bajo custodia. Por lo que pasará gran parte de esa sentencia sola. Los funcionarios de prisiones serán las únicas personas con las que tendrá contacto” explicó.
“Tendrá que comer y hacer ejercicios segregada, por lo que requiere muchos recursos para el personal penitenciario. Tendrá que estar acompañada por varios agentes cuando la escolten debido al riesgo para ella”.
“Cualquier persona condenada por asesinato queda automáticamente bajo vigilancia de suicidio. Correrá un mayor riesgo de suicidio porque ninguna interacción social puede aumentar esas emociones negativas. El Servicio Penitenciario no querrá que se suicide, sobre todo porque esto generará preguntas sobre por qué no fue monitoreada adecuadamente.», dijo Basset.
Y agregó: “Puede que no tenga acceso a un televisor. Pero se le permitirá leer sobre su caso en las noticias y se le enviarán los comentarios de la sentencia del juez”.
“El tiempo que estará segregada dependerá de cuán fuertes sean las emociones de los demás prisioneros hacia ella, pero es probable que sea mucho tiempo.
En sí mismo, es algo tremendamente abrumador que tendrá un impacto enorme”, dijo.
Otras asesinas seriales
Lucy Letby comparte el status de asesina serial con los más siniestros casos británicos. Rose West, quien morirá en prisión tras haber matado a 10 mujeres y chicas en Gloustershire entre 1970 y 1980 junto a su marido, Fred West, que se suicidó en la cárcel.
La otra es Myra Hindley, que recibió dos cadenas perpetuas por asesinar a Lesley Ann Downey, de 10 años, y Edward Evans, de 17 años, junto a su novio, Ian Brady. Ella murió a los 60 años en el 2002 en la prisión.
Joanna Dennehy deberá morir en la cárcel, luego de admitir que había matado a tres hombres y tratado de asesinar otros dos , en 2013, en Peterborough.
Prisión de máxima seguridad
Se cree que la malvada enfermera, de 33 años, estará presa en el HMP Low Newton de máxima seguridad, en el condado de Durham, donde los prisioneros incluyen a Rose West.
Por allí pasó también Tracey Connelly, la malvada madre de Baby P, que fue abusada y murió en Tottenham, al norte de Londres, y la extremista Roshonara Choudhry, quien apuñaló al diputado Stephen Timms en 2010.
Mairead Philpott, quien, junto con su marido Mick, inició un incendio que mató a seis de sus hijos, y Karen Matthews, que fingió el secuestro de su hija Shannon, también han pasado tiempo allí.
La prisión de Low Newton
En la prisión, los reclusos pueden acariciar ovejas y cabras, cuidar un conejo y un pájaro. Todo ello en un intento por mantenerlos «calmados», según reveló un informe de la Junta de Monitoreo Independiente (IMB) de la prisión.
La prisión también cuenta con una tienda, donde los reclusos pueden comprar ropa.
Los reclusos de algunas zonas de la prisión pueden decorar sus propias habitaciones, mientras que también se ofrecen toallas rosas y productos de belleza en la boutique de la cárcel.
Imágenes de las autoridades penitenciarias han revelado el interior de la prisión, donde a pesar de sus condiciones de máxima seguridad, hay cortinas de colores y pinturas en las paredes, colchas, y sofás en la zona de estar.
La prisión tiene mensajes motivadores en las paredes para los reclusos. Treinta y tres años después se convirtió en una prisión de máxima seguridad, exclusivamente para mujeres y delincuentes juveniles.
Una opción alternativa es enviarla a HMP Bronzefield en Ashford, Surrey, la prisión para mujeres más grande de Europa.
Los motivos de los crímenes
Sus amigos creían que Lucy era Mary Poppins. Sus padres, que la acompañaron en el juicio, jamás imaginaron esos horrores. También hubo lágrimas en el tribunal cuando los valientes familiares de las víctimas de Letby leyeron poderosas declaraciones sobre su sufrimiento.
Los expertos han dicho que los posibles motivos de Letby incluían una «obsesión» con un médico casado en el hospital y el goce de una «emoción» enfermiza.
Un complejo caso jurídico
El juicio de Lucy Letby será recordado como uno de los casos más largos y complejos de la historia jurídica inglesa. Se presentaron contra ella veintidós cargos relacionados con 17 bebés, siete de los cuales la enfermera habría asesinado y seis que habría intentado matar.
A lo largo del juicio de diez meses, la fiscalía reconstruyó con detalle forense los acontecimientos ocurridos en la unidad neonatal del hospital Countess of Chester, entre junio de 2015 y junio de 2016. Se tomaron declaraciones de más de 200 testigos. Se presentaron al jurado cientos de páginas de documentos médicos, gráficos, mensajes de texto y notas escritas a mano.
Esa evidencia fue analizada por dos expertos independientes, que dieron su opinión sobre lo que pensaban que había causado los colapsos y muertes de los bebés. Letby fue acusada de haberlos causado, mediante una combinación de inyecciones de aire, sobrealimentación de leche e intoxicación por insulina.
Comportamiento cruel y sospechoso
Decenas de colegas que trabajaron con Letby en la unidad neonatal prestaron testimonio ante la acusación, al igual que los padres de las presuntas víctimas.
Los testigos recordaron el comportamiento sospechoso de Letby durante los meses en cuestión, incluido no hacer nada en la cuna de un bebé moribundo, comentarios insensibles a padres y colegas y a otras enfermeras, que parecían presagiar el inminente colapso de un niño.
Se mostró al jurado una serie de aparentes confesiones, en forma de notas adhesivas, encontradas por la policía en la casa de Letby, en las que ella había escrito: «Soy mala, hice esto» y «Los maté a propósito».
La base del caso de la fiscalía fue la afirmación de que Letby fue el “denominador común” durante los inexplicables colapsos de los bebés .
Los abogados
Nick Johnson KC, de la fiscalía, dijo al jurado que Letby inicialmente cometió los ataques durante los turnos de noche, cuando había menos gente alrededor. Cuando la trasladaron a turnos diurnos, bajo un manto de sospecha, los ataques comenzaron a ocurrir durante el día.
«Alegamos que mediante un simple proceso de eliminación, sólo una persona puede haber sido responsable», dijo Johnson al inicio del juicio.
La defensa de Letby argumentó que había sido víctima de una “conspiración” por parte de médicos de alto nivel para encubrir lo que su abogado, Ben Myers KC, describió como una atención “subóptima” en la unidad.
Dijo que, entre junio de 2015 y junio de 2016, la unidad neonatal acogió más bebés de lo habitual y que tuvieron mayores necesidades de cuidados.
“Lo que no cambió fue Letby. Ella estaba dedicada. Cuidó a cientos de bebés. Ella no cambió de repente”, dijo. «Lo que cambió fue el número de bebés atendidos en la unidad en términos de su número y necesidades y, decimos, la incapacidad de esta unidad para hacer frente a la situación».
Myers argumentó que el caso contra Letby se basó en una “coincidencia” y “en extremo tenue”, y la fiscalía no pudo proporcionar “ninguna prueba directa” de que un niño hubiera sido atacado por ella.
Al final, el jurado la declaró culpable de siete asesinatos y seis intentos de asesinato. Letby fue absuelta de dos intentos de asesinato. El jurado no pudo llegar a un veredicto sobre seis cargos de intento de asesinato.
El gobierno ha dicho que quiere cambiar la ley para obligar a los sospechosos de un crimen a estar presentes durante la sentencia, ya que Letby no asistió personalmente al tribunal el lunes a escuchar su condena.
Guía para los médicos
Los administradores del hospital se negaron a escuchar a los médicos, que sospechaban de la enfermera y señalaban el alto índice de bebés muertos durante el turno de Letby.
Una de las administradoras, que escuchó a los médicos, fue despedida por temor a la mala imagen que un caso tan diabólico podría producir en el hospital. Hoy los padres de los bebés muertos o dejados inválidos iniciarán acciones legales contra el hospital y sus ex managers.
Se ha publicado una nueva guía destinada a garantizar que los médicos se sientan «apoyados para hablar».
El documento, del Consejo Médico General (GMC), llega un día después de la sentencia de la enfermera Lucy Letby.
El GMC ha establecido los estándares de atención al paciente y comportamiento profesional que se esperan de todos los profesionales médicos.
Si bien el predecesor de la guía, publicado en 2013, imponía a todos los médicos el deber de plantear sus preocupaciones sobre la seguridad del paciente, la versión actualizada enfatiza que “los médicos en puestos de liderazgo y gestión deben crear una cultura en la que el personal se sienta seguro para hablar sobre sus preocupaciones”.
El Dr. Naru Narayanan, presidente de la Asociación de Consultores y Especialistas Hospitalarios (HCSA), dijo que los denunciantes son «tratados por los malos empleadores como si fueran el problema» y pueden » encontrarse en el lado receptor de amenazas e intimidación para permanecer en silencio».
En el caso de Lucy Letby se supo que los médicos expresaron preocupaciones, que fueron rechazadas por los jefes del hospital.
Un médico jubilado, que también trabajó en el Hospital Countess of Chester, el Dr. John Gibbs, cuestionó por qué los administradores “tardaron 11 meses en involucrar a la policía cuando surgieron sospechas”.
El Dr. Ravi Jayaram, pediatra consultor del hospital que prestó testimonio en el caso judicial de Letby, dijo que hay «cosas que deben salir a la luz sobre por qué pasaron varios meses desde que se plantearon las preocupaciones a los altos mandos antes de que se tomara alguna medida para proteger a los bebés».
París, corresponsal
