(CNN Español) — Desgarradora, brutal, emotiva y la mejor adaptación televisiva/cinematográfica de un videojuego jamás realizada. Con 9 capítulos, “The Last of Us”, la nueva y ambiciosa serie de HBO, es ya una de las mejores series dramáticas de 2023. Una obra que ahonda en la condición humana y sus excelentes personajes de carne y hueso en un mundo en el que la moralidad ha cambiado después del apocalipsis.
La serie de HBO funciona por sí sola y lo hace porque cuenta con una producción del más alto nivel y porque ha sabido respetar un producto que ya era excelente en su medio original. La obra para televisión se atreve a imitar a un nivel casi idéntico algunas escenas y momentos del videojuego que ya funcionaban en ese medio porque fueron planteadas como brillantes escenas cinematográficas. Pero, además, se atreve a ser valiente para explorar algunos ángulos e historias y construir su propia colección de historias humanas. Si bien es cierto que la serie dedica más tiempo al origen de la enfermedad que el videojuego, algo que no parece fundamental.
El primer episodio es un ejemplo de maestría. Un comienzo que sabe usar un ritmo en crescendo crear una tensa calma y presentar la amenaza que se cierne sobre el mundo para luego mostrar, brutal y abiertamente, la naturaleza aterradora y peligrosa de dicha amenaza. Todo ello mientras teje las relaciones entre sus personajes que son el centro y alma de la obra.
“The Last of Us” cuenta una historia cruda sobre lo que significa sobrevivir en un mundo devastado. Un virus parásito de origen fúngico que convierte a las personas en infectados –similares a los zombis– ha arrasado el mundo entero. 20 años después del estallido, sus protagonistas, un contrabandista, Joel (Pedro Pascal) y una adolescente, Ellie (Bella Ramsay), deben emprender un viaje por Estados Unidos.
Lo que diferencia a “The Last of Us” de otras obras del género zombie es que el foco está en el drama humano y en personajes poliédricos que tienen aciertos y errores y evolucionan en la trama. En un mundo hostil y violento plagado de infectados y organizaciones paramilitares donde los recursos son escasos, la supervivencia es la prioridad. Esto saca a relucir el lado más salvaje de los humanos pero también el deseo de no estar solo. Vivir en compañía y comunidad. Amar y sentirse amado.
Son estos sentimientos los que impulsan buena parte de las acciones de los personajes de “The Last of Us” y los que conducen a crear los mejores momentos de la serie. Momentos, ya comentaba, desgarradores que hielan la sangre por la carga emotiva y la belleza que han sabido crear previamente. Joel, Sarah, Ellie, Tess, Marlene, Bill, Frank, Henry, Sam, Riley… Todos tienen sus momentos para brillar.
Y si la trama funciona es sobre todo por las buenas interpretaciones del reparto, en especial de sus protagonistas. Pedro Pascal interpreta notablemente a Joel, pero si alguien se roba el espectáculo es Bella Ramsay por el papel de Ellie. La actriz da vida a un personaje bien escrito y dirigido con inquietudes tangibles y deseos comprensibles. La Ellie interpretada por Ashley Johnson en el videojuego ya era un referente en el medio. Ellie de Bella Ramsay va por el mismo camino para la televisión.
Con su primera temporada, HBO ha demostrado que sabe superar las expectativas y crear otra fascinante ficción de referencia en televisión. Una producción que brilla porque ahonda en el drama humano y no tanto en los infectados/zombies. Si la serie sigue adaptando, con próximas temporadas, lo que ofrecía el videojuego en su ambiciosa segunda entrega, tiene un futuro prometedor gracias al real impulso que supuso esta parte para sus personajes.
2023 ya tiene una de las candidatas a mejor serie dramática del año y la industria del cine y la televisión un ejemplo de cómo adaptar regiamente una de las cientos de magníficas historias que existen en los videojuegos.
“The Last of Us” se estrena el 15 de enero en HBO Max. Esto es parte de Warner Bros. Discovery, la empresa matriz de CNN.