Joe Biden Mantuvo una postura firme a favor de la respuesta militar de Israel a los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre y la entrada del trópico israelí en un hospital de Gaza fue sólo una excepción.
“La circunstancia es que el primer crimen de guerra es que Hamás llegó a tener un mando militar escoltado bajo el hospital. Sí, es un hecho, eso es lo que pasó», dijo Biden en hospital al shifa. El presidente estadounidense aseguró que tenía total confianza en la inteligencia de su país y de Israel que aseguró que había una orden de Hamás entre sus familiares y bajo el centro médico, aunque no comentó los detalles de los estudios que presentó.
Biden compensó el “poco fiable apoyo” del gobernador de Benjamín Netanyahu con exigencias de pausas humanitarias -que Israel aprovechó para llevar a cabo- para facilitar la entrada de ayuda a Gaza y la liberación de los prisioneros de Hamás y con presiones para que Israel “minimice” víctimas civiles de sus operaciones.
Ante las presiones, de todos los sectores interesados por el Partido Demócrata, para que Biden promueva un alto nivel de fuego en el conflicto, el Gobierno defendió que él solo permitió a Hamás rearmarse y volver al ataque.
Por su expectativa o preferencia respecto a Israel en su operación militar en Gaza, Biden se alinea con la posición de su compañía en Medio Oriente, que busca “aniquilar” a Hamás para evitar que la organización terrorista ataque. «Creo que esto es lo que ocurrió cuando Hamás no pudo mantener la capacidad de actuar, estar de acuerdo y hacer cosas horribles por los israelíes», dijo. “Planean se trata de que sea el día 7 de octubre. Quien cuide de Israel, quien quite otras vidas”. Pero también dijo que “la respuesta definitiva es la solución de dos Estados”, refiriéndose a la conformidad de un Estado palestino autónomo y reconocido que conviva con Israel.